Ahora que ya tenemos los estabilizadores puestos, es el turno de los elevadores.
La técnica es la misma, dibujarlos en la mesa, colocar los taquitos de madera para sostener los caños en posición, puntear, probar en el avión, verificar que todo esté bien y soldar definitivamente.
La única complicación que tienen los elevadores son los cuernos de mando donde acciona el “pushrod” que transmite el movimiento desde la palanca de mando.
Los cuernos van en chapa de 1,6 o 2 mm y tenemos que lograr que queden perfectamente alineados los de ambos lados.
Sigan con cuidado las indicaciones del plano, ya que hay que doblarlos un poquito para que queden paralelos, además ese pliegue hace la función de nervio para darle mas resistencia.
Lo que yo hice para asegurar que estén bien alineados fue unir ambos cuernos con un bulón poniendo un tubito de separador entre ellos. Luego ambos elevadores los agarré con prensas a la mesa y luego la puntada de rigor antes de la soldadura definitiva.
Una vez que tenemos los cuernos soldados, llega el turno de las bisagras, mismo trabajo que con las del timón, marcar bien los centros, hilo para alinear, puntear, probar y soldar.
Como nos gusta ver las cosas funcionando, hicimos con unos recortes de fierro un “pushrod” provisorio para poder probar el movimiento.
Luego esto irá vinculado con rotulas M6 para ajustar perfectamente la alineación de ambas superficies y que tenga un movimiento suave y lo mas liviano posible.
Hasta la próxima.